En nuestra anterior exploración, nos adentramos en los fundamentos de la Medicina Tradicional Europea (TEM), descubriendo sus raíces históricas y sus principios filosóficos. Hoy, daremos un paso más en este viaje de conocimiento, dirigiendo nuestra atención a los cuatro elementos – Fuego, Agua, Aire y Tierra – y su papel fundamental en la salud y la enfermedad, desde la perspectiva de la TEM y la Alquimia.
Estos cuatro elementos, arquetipos universales presentes en todas las tradiciones alquímicas y espagíricas, no son meras sustancias materiales, sino fuerzas dinámicas que impregnan todo lo creado. En el ser humano, se manifiestan como temperamentos, funciones fisiológicas, estados emocionales y cualidades espirituales.
El Fuego, símbolo de energía, transformación y pasión, se asocia al humor de la bilis amarilla y al temperamento colérico. Gobierna las funciones digestivas, la circulación y la temperatura corporal. Un exceso de Fuego puede manifestarse como fiebre, inflamación, irritabilidad o agresividad. En la TEM, se utilizan plantas refrescantes y calmantes, como la manzanilla o la melisa, para equilibrar el Fuego.
El Agua, símbolo de fluidez, adaptabilidad y emociones, se relaciona con el humor de la flema y el temperamento flemático. Rige los fluidos corporales, la lubricación y la nutrición. Un exceso de Agua puede provocar retención de líquidos, mucosidad, apatía o melancolía. La TEM recurre a plantas diuréticas y estimulantes, como el diente de león o el jengibre, para drenar el exceso de Agua.
El Aire, símbolo de ligereza, movimiento y mente, se conecta con el humor de la sangre y el temperamento sanguíneo. Gobierna la respiración, la comunicación y el sistema nervioso. Un exceso de Aire puede generar ansiedad, nerviosismo, insomnio o dispersión. La TEM emplea plantas relajantes y sedantes, como la valeriana o la lavanda, para calmar el Aire.
La Tierra, símbolo de estabilidad, estructura y materia, se vincula con el humor de la bilis negra y el temperamento melancólico. Rige los huesos, los músculos y la eliminación. Un exceso de Tierra puede manifestarse como rigidez, estreñimiento, pesimismo o depresión. La TEM utiliza plantas depurativas y tonificantes, como la bardana o el romero, para movilizar la Tierra.
Al igual que en la Alquimia, donde la transmutación de los metales requiere la purificación y el equilibrio de los elementos, en la TEM, la salud se alcanza armonizando las fuerzas elementales en el microcosmos humano.
La Espagiria, con su sabiduría en la extracción de las esencias de las plantas, nos ofrece remedios que actúan en resonancia con los elementos. Así, una tintura espagírica de romero, planta solar asociada al Fuego, puede fortalecer el corazón y estimular la circulación. Mientras que un elixir espagírico de valeriana, planta lunar conectada con el Agua, puede calmar la mente y propiciar el sueño reparador.
La Medicina Tradicional Europea, con su visión holística y su profundo conocimiento de las energías elementales, nos invita a recuperar la conexión con la naturaleza y a vivir en armonía con los ritmos del cosmos. Un camino que, como alquimistas, recorreremos con conciencia y reverencia, en busca de la salud y la plenitud del ser.
Que la Luz, el Amor y la Conciencia acompañen tu camino,
Silvia Marco, Medicina Tradicional Europea.
Alquimista, Espagirista y Psicóloga Hermética.
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