Los monasterios de Europa recopilaron y conservaron conocimientos desde la Antigüedad hasta la Edad Media y configuraron así de forma decisiva la comprensión de la salud, la prevención y la terapia. La antigua doctrina de los humores y los temperamentos se incorporó a la medicina medieval, al igual que el principio de los opuestos y las semejanzas, en cada caso con los pilares de la prevención y la fitoterapia. Hipócrates, Galeno y Anthimus fueron algunos de los pioneros de la Medicina Europea, y los médicos árabes Avicena e Ibn Butlan aportaron importantes impulsos a su aplicación y expansión.
Los conocimientos de la Antigüedad, la Edad Media y la Época Moderna se integraron en lo que se conoce como Medicina Tradicional Europea (T.E.M.) y que posteriormente se disgregaron en distintas disciplinas separadas, perdiendo el poder holístico e integrador de la medicina de antaño. Dentro de estos conocimientos encontramos el principio de los opuestos y las semejanzas, la teoría de los temperamentos y los humores, la fitoterapia tradicional y la racional, que nada tiene que ver con la aplicación naturopática actual de la homeopatía, la fitoterapia moderna o la terapia dietética. Ya que todas ellas se aplican por separado, sin visión holística real del individuo con el cosmos e incluso comienzan a competir y contradecirse entre sí como lo vienen haciendo la medicina natural y la alopática.
La Medicina Monacal surgió en una época en la que la gente se basaba en las tradiciones y tenía en gran estima a las autoridades. No sólo se consideraba como tales a los dignatarios eclesiásticos, sino también a médicos antiguos carismáticos y famosos como Hipócrates (ca. 460-370 a.C.) y Galeno (ca. 129-205 d.C.). Y es que todo el saber médico de la Edad Media hunde sus raíces en la Antigüedad. Debemos nuestro conocimiento de los orígenes de la medicina actual a la diligencia de innumerables monjes a la hora de copiar, preservar y gestionar la apreciada literatura de conocimientos de la época.
Dos mil años de teoría del temperamento y del humor
En la medicina de la Edad Media se partía de la base de que cada ser humano nace con un determinado temperamento y, por tanto, se le clasifica predominantemente como colérico, melancólico, flemático o sanguíneo. Estas diferencias se deben al predominio de uno de los cuatro humores: chole (bilis amarilla), melanchole (bilis negra), phlegma (flema) o sanguis (sangre). Esta base teórica de la medicina humoral se describió en el "Corpus Hippocraticum", una colección de escritos médicos del periodo comprendido entre el siglo VI a.C. y el siglo II d.C.. Sin embargo, sólo unas pocas obras fueron escritas por el propio Hipócrates.
A lo largo de la Edad Media, era de gran importancia para las personas conocer su propio temperamento. El objetivo de cada uno era ajustar su modo de vida en consecuencia y evitar así un desequilibrio en su mezcla personal de semillas. Porque tal desarmonía (discrasia) se consideraba la causa principal de las enfermedades.
Conócete a ti mismo y tus necesidades, evita los extremos y las exageraciones en cualquier dirección.
Seis cosas no naturales como hitos de una vida sana
Para que la gente pudiera poner en práctica las teorías que se consideraban válidas, en la Edad Media se escribieron los llamados regimen sanitatis (reglas de salud) con recomendaciones formuladas de forma compacta. El pionero de estas primeras guías sanitarias fue la "Epistula de observatione ciborum" del médico bizantino Anthimus del siglo VI d.C., que se ha transmitido en la "Farmacopea Lorsch" del siglo VIII. En el Regimen sanitatis se explicaban las llamadas Sex res non naturales (seis cosas no naturales). Éstas se consideraban cruciales para la preservación de la salud, ya que no se consideraban "naturales" (por así decirlo, otorgadas por Dios y, por tanto, inevitables), sino controlables por el hombre de forma responsable:
- Aer - Aire sano
- Motus et quies - Movimiento y reposo
- Cibus et potus - Comer y beber
- Somnus et vigilia - Sueño y vigilia
- Repletio et evacuatio - Llenado y evacuación
- Accidentia animae - Emociones o estado mental y espiritual.
Todos los terapeutas holísticos actuales confirmarán la importancia de estos seis factores. Estos seis factores constituyen las bases de la Medicina Tradicional Europea y su terapéutica aplicada.
De particular interés para nuestro tiempo es el aspecto de la controlabilidad individual ya que hemos perdido la posibilidad de autodeterminación con respecto a todos estos puntos.
Pensemos, por ejemplo, en el caso del factor Aer de la discusión actual sobre los gases y emisiones de los motores en las ciudades, o en el caso de Cibus et potus de la contaminación de las aguas subterráneas y los alimentos contaminados con productos químicos medioambientales como el nitrato o los pesticidas.
Repletio et evacuatio reflejan el esfuerzo por regular la actividad digestiva y metabólica. El llenado y vaciado del tracto digestivo debe tener lugar a un ritmo saludable del metabolismo, en el que también pueden influir los medicamentos o los baños. La importancia de estos factores para la salud y el bienestar queda demostrada actualmente por la elevada prevalencia del síndrome del colon irritable. Según la Asociación Alemana de Autoayuda para el Colon Irritable (Deutsche Reizdarmselbsthilfe e. V.), aproximadamente una de cada seis personas está afectada por trastornos digestivos funcionales crónicos.
Quizá sea, pues, el momento indicado para comenzar a dar un giro real a nuestro modo de vida, para que ese incremento en la esperanza de vida que hemos logrado en las últimas décadas, podamos disfrutarlo con una calidad de vida real traducida en un estado de salud equilibrado.
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Que la Luz, el Amor y la Conciencia acompañen tu camino,
Silvia Marco, Medicina Tradicional Europea.
Espagirista y Psicóloga Hermética.
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