Últimamente hay un Mantra en el campo médico "reduzca el consumo de sal" . Sin embargo, estudios recientes muestran un panorama completamente distinto: dejar de consumir sal de manera radical o excesiva puede no ser tan buena idea
Estamos todos de acuerdo: La sal en exceso no es buena para la salud
En fin, los excesos, en cualquier campo de la vida en general y en el de la nutrición en particular, nunca son buenos.
Muchas asociaciones y expertos de nutrición y la propia OMS están instando a la gente a reducir su consumo diario de sal a 6 g o incluso a 5 g. Y, en efecto, el consumo excesivo de sal no es saludable.
De hecho, el consumo excesivo de sal es contraproducente: en China, donde se consume una media de más de 12 g de sal al día, se ha demostrado que ese consumo de sal tan elevado puede asociarse a un aumento del riesgo de sufrir hipertensión arterial e ictus. Ahora bien, China es el único país donde el consumo de sal supera los 12 g diarios; en casi todos los países del mundo, el consumo de sal se sitúa en torno a los 10 g de sal o por debajo de esta cifra. ¿Sigue siendo demasiado elevado?
La sal, injustamente demonizada
Hasta ahora, ningún estudio ha podido demostrar que un consumo de sal de sólo 5 g al día pueda reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino todo lo contrario.
Un estudio comparativo internacional de 18 países examinó la conexión entre el consumo de sal y la salud o la enfermedad en 94.000 personas, con un resultado impactante: un consumo de sal extremadamente elevado, como el que se alcanza en parte en China, aumenta efectivamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, pero no el de infartos de miocardio ni la mortalidad general.
En cambio, una ingesta de sal demasiado baja puede aumentar ligeramente el riesgo de infarto y de mortalidad general y acortar la esperanza de vida.
El valor ideal parece ser de 8-10 g de sal al día, exactamente el valor que intuitivamente "saborea" la población mundial. Entonces, ¿están obsoletas las advertencias y los avisos? Pues si y no.
El primer factor a tener en cuenta es: ¿Qué sal estas consumiendo?
Evidentemente si estás consumiendo sal refinada, no importa la cantidad, siempre será contraproducente, ya que es una sal pobre en minerales. Pero si consumes una sal marina sin refinar, entonces si que estarás apoyando tu organismo.
Consumir sal como los sabios
Debido al aumento del consumo de alimentos precocinados se pueden alcanzar valores críticos. Las recetas de los alimentos precocinados están diseñadas para aumentar los beneficios económicos de la industria alimentaria, no para mejorar la nutrición de los consumidores.
Si los ingredientes principales son de baja calidad para aumentar el margen de beneficio , habrá que hacer que sepan irresistiblemente bien y creen algo de adicción al consumirlos. Por lo tanto se aderezan de manera exagerada con rellenos, sal y potenciadores del sabor/saborizantes. El tema de la salud en este caso se queda definitivamente por el camino.
La solución es cocinar uno mismo.
Ahora lo llaman "clean coocking", en mis tiempos era cocina casera. Cocinar con alimentos frescos y de buena calidad reduce instantáneamente l consumo de sal, ya que los alimentos ya tienen suficiente sabor. Acertar con la cantidad es fácil. Si sabe salado... ¡te pasaste!
Así que no te tortures con límites máximos, confía en tu propio gusto y en la intuición de tu cuerpo. Tu lengua sabe perfectamente cuando es mucho.
Por cierto, la palabra latina para "sabiduría" es sapientia, que deriva del verbo sapere = saborear.
La sabiduría en materia de consumo de sal es, por tanto, un arte del gusto, que los libros de salud de Medicina Tradicional europeas fomentaban entre la Edad Media y el Barroco. Parece por tanto que pese a su antigüedad, sus datos eran más correctos que el límite exagerado que recomienda la OMS.
Para más información, asesoramiento y consultas puedes escribirme haciendo Clic Aquí. Estaré encantada de leerte.
Que la Luz, el Amor y la Conciencia acompañen tu camino,
Silvia Marco, Medicina Tradicional Europea.
Espagirista y Psicóloga Hermética.
Aviso importante: Este artículo sólo contiene información general y no debe utilizarse para el autodiagnóstico o el autotratamiento. No puede sustituir a una visita a un terapeuta cualificado o al médico. Por lo tanto, consulte siempre antes cualquier medida (ya sea de éste o de cualquier otro de los textos de esta web) con su médico o terapeuta de confianza. Si existen patologías o tratamientos previos consulte siempre con un profesional de la salud sobre la conveniencia de utilizar cualquier tipo de tratamiento adicional. Puede realizar una consulta profesional al respecto, si lo desea, con Silvia Marco reservando una cita a través de este formulario.
