La vida en si misma es pura cuestión de fe...
Se nos ha programado para pensar que la fe es solo inherente a las religiones, sin embargo nada más lejos de la realidad. Toda nuestra vida es pura cuestión de fe. Desde el principio hasta el final.
No hay nada en nuestra vida que sea 100% seguro, siempre hay alguna variable que no podemos controlar así que ese simple hecho ya implica que cualquier acción que emprendemos o cualquier elección que tomamos tiene un componente de fe intrínseco.
Muchas veces creemos que nuestras elecciones son puramente racionales, además se nos educa para ello. Lo racional premia sobre lo intuitivo. Lo intuitivo es menospreciado en este paradigma donde la ciencia aspira a convertirse en la nueva religión dominante.
Pero lo cierto es que ni el pensamiento, ni la planificación, ni la estrategia más racional puede controlar todos los factores que influencian el resultado. Siempre quedan cabos sueltos que se atarán según el destino divino marcado para cada persona. Y, ahí, es donde entra en juego la fe.
Fe en que todo será favorable, en que tenemos un porcentaje suficiente de probabilidades de que las cosas nos vayan bien, en que lo vamos a lograr. Porque si no tuviésemos fe, no seríamos capaces siquiera de dormirnos cada noche.
Al tumbarnos a dormir y desconectar nuestra conciencia, dejando que el cuerpo continúe en piloto automático con nuestras funciones vitales tenemos fe en que volveremos a despertar, en que seguiremos respirando, en que nuestro corazón seguirá latiendo acompasado, en que nuestros sentidos nos advertirán de cualquier peligro , en que al despertar todo seguirá donde lo dejamos.
Así que si cada uno de los actos que realizamos y las decisiones que tomamos son un salto de fe, ¿por qué hemos dejado de tener fe en el futuro?
¿No estas de acuerdo con esta última afirmación? Está bien. Si de verdad tienes fe en el futuro y en que hay un plan divino diseñado por tu alma y ejecutado por tu yo superior, entonces deja la psicosis general en la que estamos sumidos como sociedad y comienza a vivir la vida. Pero en serio, sin límites, sin barreras y sin preocupaciones que eviten esos constantes saltos de fe que conforman la felicidad.
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Que la Luz, el Amor y la Conciencia acompañen tu camino,
Silvia Marco, Medicina Tradicional Europea.
Espagirista y Psicóloga Hermética.
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