¿Tiene sentido hacer una barbacoa en verano con el calor que hacer? ¿Pueden refrescar los alimentos preparados al fuego?
De entrada, sí.
Aunque la Medicina Tradicional Europea, basada en la milenaria doctrina de los jugos, tiene sus reservas en este sentido, eso no debe estropear la diversión.
Unos pequeños ajustes y los alimentos que, al prepararse a la parrilla, se considerarían "secos" en la Nutrición por Temperamentos, se transforman en una comida deliciosamente refrescante. Con el calor del verano, es importante que nuestro organismo consuma suficientes líquidos y humedad que pueda retenerse bien en el cuerpo y encontrar, así, un equilibrio humoral.
Muchas verduras como el calabacín, las berenjenas, los pimientos, los rábanos, las espinacas, las acelgas y una gran variedad de ensaladas de hojas amargas y dulces resultan especialmente refrescantes y beneficiosas, y, en esta época del año, realmente hay muchas. En cuanto a la fruta, apuesta por las bayas y las guindas, pero también por las cerezas, los albaricoques, los melocotones y las nectarinas.
Si te apetece puedes probar con unos pimientos rellenos asados a la barbacoa. Una receta realmente sencilla, que además de cumplir con la Nutrición TEM es apta para veganos.
Algunos alimentos tienen un gran efecto refrescante. Entre ellos están los pepinos, los tomates, el aguacate, los germinados, las algas, los cítricos y los melones. Los cereales más refrescantes son la cebada, el trigo y el trigo sarraceno. Muchas legumbres, como los garbanzos, también son buenas en verano, pero ten especial cuidado de prepararlas de forma que reduzcan la flatulencia y condimentarlas con comino, ajedrea y plantas aromáticas similares.
Pollo, pato, conejo y todo lo que provenga del agua, como pescado, mejillones, calamares, calamares, cigalas, cangrejos y caviar, son excelentes opciones. Los productos lácteos, como el yogur, la leche agria, el suero de mantequilla y la cuajada, aromatizados con jengibre, pimienta, especias, sal, miel, etc., también son una agradable manera de refrescarse nutricionalmente.
No olvides tampoco los pepinos encurtidos, las verduras en vinagre, las ensaladas amargas y las hierbas aromáticas. Refrescan y no resultan demasiado pesadas al estómago.
Te dejo aquí algunos consejos para cocinar a la parrilla en consonancia con la Medicina Tradicional Europea:
- Recuerda que asar a la parrilla es en realidad cocinar al aire libre. Aunque a muchos les gusta asar sobre un fuego abierto, cada vez se utiliza más el método de asado indirecto. Esto significa que los alimentos no se colocan directamente sobre el fuego, sino junto a él. De este modo, los alimentos no se calientan demasiado y no se secan tan rápidamente. Otra ventaja: se puede controlar mejor el punto de cocción. Todo un beneficio para nuestros jugos corporales y el sabor.
- Utiliza y añade las especias, aliños y adobos después de asar. Al asar directamente, las especias suelen quemarse con el calor, lo que es una pena. En su lugar, deja que los alimentos asados se impregnen de las especias, por ejemplo, para conseguir un filete perfecto.
- Evita utilizar recipientes de aluminio para barbacoa. Sólo sirven como distancia para evitar colocar una sartén directamente sobre la rejilla de la parrilla, por ejemplo.
- Envuelve las verduras o las populares patatas asadas primero en papel de horno y luego en papel de aluminio. Así evitarás el contacto directo del aluminio con los alimentos.
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Que la Luz, el Amor y la Conciencia acompañen tu camino,
Silvia Marco, Medicina Tradicional Europea.
Espagirista y Psicóloga Hermética.
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